viernes, noviembre 16, 2007

pero mira que eres rara...

Hoy estuve con ella y era tal y como pensaba, pero no tenía nada que ver.
Estuve con ella y vi su cara después de conocerla desde hace ya mucho, pero no de saber que era como era.
A ella, que no le gustan las caras naranjas y le gusta sentarse al sol a mirar.
A ella, que no le gusta callarse lo que piensa y la gusta correr por la calle aunque no tenga prisa.
A ella, que le pregunté por qué ya no escribía, y a mí que no me convenció su respuesta.
A ella, que parece que se le olvidó el "y punto", y a mí que no se me olvidó y me arrepiento del momento en el que casi sí.
A mí, que me gustaría volver a hablar con ella cada día, volver a necesitarla tanto.
A mí, que siento vergüenza de ser como fui.
A mí, que me ha costado despegarme de ella esta mañana porque tres horas me parecían muy poco.
Yo, que he sentido en cada momento que no la merecía en absoluto.

Qué diferentes son las letras y las palabras, las palabras y las caras.
Qué diferente ha sido tenerla delante y poder mirarla de verdad.
Qué diferente es ella. Y qué bien me he sentido al ver que no la he perdido por muy imbécil que yo fuese.

A ella le escribo ahora que la he dejado en la jungla subterránea y me llenan de vacío el traqueteo y la música. Me siento rara y no sé muy bien por qué.

A ella... porque sí.



Y punto.



Ya no voy cortando rosas
de camino hacia tu casa...


Bohemian Beyo