lunes, septiembre 24, 2007

A quien más quiero en el mundo

martes, septiembre 18, 2007

Contando...

La primera vez que te miré en un segundo me enamoraste, haciendo que por tercera vez me hundiera en la oscuridad de mi cuarto. "Olvidaté, este amor acabará contigo en menos de cinco segundos.", me dijo mi sexto sentido. Pero mi alma sin hacer caso, comenzó a andar hacia ti, hasta que a la mitad del trayecto hiciste que alcanzara un falso séptimo cielo.

Mas, cuando más a gusto estaba en él, me arrojaste desde el octavo piso del engaño, con la mala suerte de que fui a caer sobre la tristeza que pasaba por allí de casualidad. Esa tristeza ciega que la razón no ve, no sabe por qué la ordenas que de mí se apodere. Sólo sabe que ni con un décimo de la once te arrepentirás, mandándola a casa y volviendo tú a mí. Aunque quizás cuando toquen las doce campanadas de mi suerte ella se canse de obedecerte y se marche, sacándome de mi eterno martes trece y haciendo que me olvide de ti, o bien haciendo que vuelvas.

Pues catorce veces grité tu nombre y unas quince el eco me lo devolvió, haciendo que en esa noche dieciséis veces sufriera y diecisiete llorara de dolor. Y, aunque invisible, noto una barrera que separa a mi alma de la tuya como si de un "no recomendado para mayores de dieciocho" separa a un niño de un sueño. Y en la decimonovena sinfonía de mi corazón unas veinte veces te dije que te amaba, pero veintiún gramos me hiciste perder al ignorarme veintidós.

Escúchame, pues cuando no lo haces veintitrés puñales me clava el desamor las veinticuatro horas que componen mi calvario. Mas me perdona la que me sobra confiando en que me reponga
en los veinticinco minutos que me prestas atención.



Te sigo queriendo como tantos números existen. Pasen los años que pasen.


Bohemian Beyo

viernes, septiembre 07, 2007

La dama y el vagabundo



Escúchame tan sólo un segundo:
tú la dama, yo el vagabundo,
tú la daga y yo el cuerpo al desnudo en otro mundo,
tú, la sagrada inspiración de mi dios Neptuno,
yo tan sólo otro jodido humano más, inoportuno,
tú no

Tú no dejes de quererme, amiga
tú eres mi diva, mi inspiración, mi sativa, mi vida,
yo soy un artista enamorado de una viuda llamada palabra
y también de ti querida amiga mía
Siénteme, cuando tu corazón se enfría
Siénteme, siénteme

Quisiera volver a ser niño, poderte conquistar con mi cariño
Ojalá tú fueses la princesa del castillo
y yo tuviese que ir a rescatarte y así nuestro juego íntimo

Yo tengo dudas en la mente,
entre ellas el pasado, el futuro y el presente
pero no dudo en quererte, te quiero para siempre
con mi cuerpo, con mi alma y con mi mente
Te quiero hasta que muerte nos separe
y otra vida acabe con mi suerte en otra muerte,
yo vivo y muero para quererte
A veces las cosas no van bien y no sé verte, comprenderte
A veces rutina es frecuente

Que nuestro amor ni se compra ni se vende,
el de los demás no sé, depende...
Pues yo tengo el duende de duquende,
dolor en la cabeza, el don de Camarón
y la pureza de madre naturaleza
Tengo el mismo congelo del hielo,
el polen de Beethoven y el abrigo de los cielos,
tengo el máximo de nada en un pañuelo entre pañuelos
y lo tengo a menos cero (y yo aquí con estos pelos)

Tengo paso de Picasso, una princesa de fresa,
el tacatá del ántrax y cartas sobre la mesa,
pero me falta una flecha,
de ahora en adelante, la grima de Hiroshima
y el brillante del diamante, sí
también me falta un guante, el lapsus de este Rapsus,
el arte de Bustamante y una parte de Pegasus,
tengo clases de los ases, tengo frases y desfases,
yo no tengo pases de primeras clases, ni fases ni repases
Tengo a la Marga, mi ángel de la guarda
tengo los días grises de Ulises y tengo un porro en la palma
Tengo, tengo, tengo bien guardadita en el alma
esa princesa de fresa que me calma

Aliados de la lluvia, la dama y el vagabundo,
se juntó el sol y la luna, el universo fecundó,
nos hizo a ti y a mí y nos dejó en este mundo
para que busquemos y encontremos el rumbo
Sé que la tristeza es natural, dicen que melancolía debería de dejar
Yo no sé vivir sin ti y tú sin mí espero que igual
Quiero perderme en tu palacio de cristal

Ay, que a mí en soledad mi soledad en esta triste urbe,
espero que el diablo no nos perturbe, no nos nuble, no nos judgue
como en aquel tiempo pasado dado el puzzle
no sé por qué peña aunque se camufle no seduce
Que aún con enchufe, no seduce vuestro encanto
yo soy el espíritu santo
Aliado de la lluvia y mensajero del llanto,
hijo del respeto y por lo tanto:
la dama y el vagabundo en el profundo y sagrado color blanco
subidos en el barco de amistad, amor y llanto
en la sagrada marco, quizás en un triste charco de nostalgia,
me sangra el corazón, tengo hemorragia,
me sangra el corazón desde que conocí tu magia
y tu historia

Y a ti corazoncito, a ti
siempre te llevo en la memoria

A ti, corazoncito, a ti,
siempre te llevo en la memoria



Rapsus´klei